Una vez asentado en mi nuevo destino, entre trabajo, y escribir otras cosas a las que dedico la mayoría de mi tiempo libre, dejo aquí ese lado perdido y oscuro, en el que plasmo y juego con otra concepción de la palabra y de la frase para mí. Hoy va un 2×1. El 1º es un hecho para la gran mayoría de jóvenes cada semana. El otro, una simple alabanza al espíritu de la figura legendaria, y ahora televisiva, Ragnar Lothbrok. Personaje principal de la serie ‘Vikings’, a la que he estado estado enganchado, como al semialcoholismo. Sin más, ahí os lo dejo:
Semialcoholismo
Vista la danza de los iracundos
se enquistan los homenajes rudos
al poseer dos gramos, una botella
y eso de hermanos porque no hay un duro
puro como el odio, reflejo de estrella
aquella que ya hace, murió estrellada
triste y sola, brilla de madrugada
no hay puta mesa de bar ni botellón
que no hayan presenciado sus andanzas
el rey de la baraja, recibe alabanza
en bonzanza, en vacas flacas pobretón
sin ton ni son,acompaña alegre al alba
jamás piensa en cuando llegarán canas
y calva,pero antes de nada, pon otro ron.
Vikingo
Gélida va decreciendo la tarde
escalando los peldaños del crono
por la ambición de usurpar el trono
han muerto cientos de reyes cobardes
en un mar que,ni consuela ni arde
a parte para qué? no hay otro que mande
más que yo,Ragdnar Lothbrook, hermano
no preciso coros de cuervos viejos
fieles que vendan su piel por mi pellejo
sólo,hambre y sed, de lujuria y poder
a mi familia, a Locki y a ti, Rollo
con barcos asedié a esos ricachones
aquellos insumisos, ricos sajones
mi pueblo,Laguertza y los dioses,a mis pies
Santinno